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Japón podría ser un valioso aliado para el futuro del desarrollo del Sistema de Gestión de Residuos Colombiano

Actualizado: 1 sept

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Actualmente, poco se habla de las cantidades desproporcionadas de basura que genera el estilo de vida contemporáneo con sus grandes urbes y altos niveles de consumismo, y mucho menos de los efectos que su mal manejo traen consigo. Una vez se utilizan, raramente se considera que sucede con estos desechos y cuál será su destino.  


Por: Natalia Carolina Salazar. Practicante Relaciones Internacionales, CCJCI.



© Diana Rey Melo / Greenpeace
© Diana Rey Melo / Greenpeace

Un panorama complejo 

Foro Semana, 2025
Foro Semana, 2025

Colombia actualmente genera más de 12 millones de toneladas de residuos al año, de las cuales se reciclan aproximadamente 2 millones, mientras que el resto termina en rellenos sanitarios, y en el peor de los casos, directamente en el medioambiente contaminando cuerpos de tierra, agua y aire (Foro Semana, 2025). Tal panorama ha causado que el Sistema de Gestión de Residuos Colombiano (SGRC) se encuentre al borde del colapso, pues esta dependencia sobre los rellenos se ha traducido en sitios que están cerca o que ya agotaron su vida útil a lo largo del país (Foro Semana, 2025).


Asimismo, si se consideran otras fallas paralelas que presenta el SGRC; una infraestructura de reciclaje insuficiente, la existencia de botaderos a cielo abierto, innovación y tecnología escasas, poca articulación entre las instituciones, alta dependencia sobre el sector informal, poca cultura ciudadana, poca cobertura en zonas rurales (CONPES 3478), entre otros, se obtiene un escenario complejo que requiere de múltiples cambios a corto, mediano y largo plazo. Esto en vista de que la tasa de generación de basuras no disminuirá sino por el contrario aumentará. 


Colombia ha buscado encaminarse hacia una gestión integral de residuos


A raíz de este complejo panorama, Colombia se ha encaminado hacia una gestión de residuos responsable con el medio ambiente, que trascienda la recolección y disposición de residuos en un sitio, centrando sus esfuerzos en la valorización de estos y su consecuente reincorporación a la cadena productiva (Caballero, 2021; Badenier, 2025).   


A nivel nacional, esta transición se ha manifestado en proyectos como la Estrategia Nacional de Economía Circular (2019), la cual plantea las acciones que facilitarán la adopción de un modelo de economía circular para el país; innovación en mecanismos normativos; incentivos económicos a empresas y emprendimientos relacionados con este modelo económico; investigación y capacitación; cooperación internacional; construcción de un sistema de información y finalmente el fortalecimiento de la cultura ciudadana. Igualmente, el Plan Nacional de Desarrollo (2022-2026), plantea conceptos como el de ciudades y hábitats resilientes donde se busca promover la promoción de alternativas tecnológicas para disponer de los residuos de una forma sostenible; además contempla proyectos estratégicos de impacto regional como el parque tecnológico y ambiental para el aprovechamiento de los residuos sólidos en el norte del Cauca, en Puerto Tejada. Derivado de ello Colombia ha establecido metas como alcanzar una tasa de reciclaje nacional del 17.9% para el 2030 (CONPES, 2018).


A nivel internacional, en el marco de la COP21 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el país se comprometió en 2015 a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 20% para 2030, para lo cual se consideraron sectores clave como la gestión de residuos, al ser fuente significativa de GEI (CONPES 3874). De manera complementaria, Colombia se encuentra comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2030), dentro de los cuales se encuentra el número 12(5); “reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, aprovechamiento, tratamiento y reutilización”. 


Colombia necesita alianzas estratégicas


Si bien esto suena prometedor en el papel, la materialización de estos planes requiere más que "buenas intenciones". Así como sucede con otras industrias, el sector de gestión de residuos requiere inversión, innovación tecnológica, capital humano cualificado, conocimiento técnico, entre otros, que ayuden a potenciar un nuevo modelo de gestión donde los desechos se perciban como un recurso valioso para la economía (Pablo Badenier en Foro Semana, 2025).  


No obstante, para un país en desarrollo como Colombia, que enfrenta otros problemas que capturan mayor atención política y financiamiento, como el conflicto armado, el narcotráfico, la pobreza, entre otros, no siempre resulta sencillo fortalecer el sistema de gestión de residuos por sí solo, para así convertirlo en uno integral. Tal y como lo estipula la Estrategia Nacional de Economía Circular, la cooperación internacional, especialmente el establecimiento de alianzas estratégicas se percibe como un elemento clave, ya que podría ayudar a superar las falencias, anteriormente mencionadas, que enfrenta el SGRC de una manera eficaz e innovadora que se adapte a las condiciones locales. 


Japón podría ser un input valioso para la gestión integral de residuos en Colombia 


Si bien Colombia, particularmente Bogotá, participó en 2012 en el Proyecto de Estudio del Plan Maestro de Gestión Integral de Residuos Sólidos para Bogotá, D.C donde el gobierno japonés le brindó asistencia técnica al colombiano para realizar un plan maestro de gestión de desechos. Sería interesante recuperar este momentum y encontrar nuevas áreas donde la experiencia japonesa podría funcionar como un input valioso, especialmente ahora que Colombia ha desarrollado nuevas iniciativas como la Estrategia Nacional de Economía Circular y el Programa Basura Cero. 


Por una parte, el valor de Japón como aliado estratégico se basa en su amplia y pionera experiencia en la gestión de desechos, valiosa para la trayectoria colombiana hacia la circularidad económica, en áreas como el uso de tecnologías adecuadas y eficaces que son adaptables a diferentes condiciones locales, valorización de los desechos, colaboración con el sector privado, innovación, conocimiento especializado, involucramiento ciudadano, etc. (Moshkal, Akhapov & Ogihara, 2024). Por otra, Japón posee una amplia experiencia cooperando a nivel internacional en materia de gestión de residuos a partir de proyectos como J-PRISM y ACCP. 


J-PRISM y ACCP: transferencia tecnológica

 

Japón de la mano con la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) posee el programa Proyecto para la Promoción de la Iniciativa Regional de Gestión de Residuos Sólidos (J-PRISM) (2013), el cual, posee un enfoque inicial en las islas del Pacífico. Este proyecto en esencia busca fortalecer los mecanismos de gestión de residuos sólidos en estas islas y hacerlos compatibles con sus capacidades locales, junto con la promoción del intercambio regional de know-how (JICA) a través de expertos japoneses que viajan a estas islas para capacitar el capital humano local (Kano & Honda, 2013). 


Paralelamente, se encuentra la “Plataforma de Ciudades Limpias de África” (ACCP); un proyecto conjunto entre 24 países africanos, El Ministerio de Medio Ambiente de Japón, JICA, la ciudad de Yokohama, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat). El ACCP, es un espacio donde no sólo se intercambia know-how sino también se promueven las inversiones en materia de residuos con el propósito de apoyar al continente a alcanzar los ODS (ACCP, 2025).  


Tanto en el marco del J-PRISM como del ACCP, las partes beneficiarias de este proyecto; la isla Samoa y Etiopía respectivamente, vieron cómo botaderos a cielo abierto que poseían se transformaban en un relleno sanitario semi-aeróbico tipo Fukuoka, conocido como el método Fukuoka (SPREP & JICA, 2010; Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón, 2023). Este método, desarrollado por la Universidad de Fukuoka en 1970, demostró que en presencia de oxígeno: la descomposición de los residuos en un relleno sanitario era más rápida dada la activación de ciertos microorganismos; la calidad del lixiviado era mejor y la emisión de gases como el metano era menor (SPREP & JICA, 2010).  

(SPREP Y JICA, 2010, Transición de vertedero a cielo abierto a relleno sanitario [entre 2002 y 2009] (Relleno Sanitario de Tafaigata, Samoa))


Considerando que Colombia se encuentra en una situación crítica en donde, por un lado, aún existen numerosos botaderos a cielo abierto y que, por otro, sus rellenos se encuentran al límite de su capacidad o de su vida útil, el método Fukuoka representa una oportunidad valiosa para el SGRC. El valor detrás de este método recae en que no implica recurrir en mayores costos pues se trata de instalar tuberías de recolección de lixiviados (es decir, que posean perforaciones), cuyo material puede variar, en el fondo del relleno para así introducir aire del exterior (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2023). Asimismo, el aceleramiento de la descomposición de los residuos puede ayudar a alargar la vida útil de los rellenos, ya que reduce el volumen de los residuos a una mayor velocidad (Kizuna, 2025). 


Intercambio de conocimiento y experiencias


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En 2023, el Centro de Aprendizaje para el Desarrollo de Tokio del Banco Mundial (TDLC) llevó a cabo una misión de exposición dirigida a oficiales del gobierno de Indonesia, durante la cual se les expuso a las mejores prácticas japonesas en materia de gestión de residuos (Banco Mundial, 2023). Una de estas es la sinergia que se ha logrado consolidar entre el sector privado japonés y el SGRJ, por ejemplo, la J&T Recycling Corporation posee una planta de reciclaje de plásticos que ha logrado procesar este material de tal forma que se convierten en tanques de almacenamiento de agua de lluvias (Banco Mundial, 2023). 


Asimismo, se encuentra la rigurosa política de segregación de residuos que ha incorporado la ciudad Kitakyushu; sus habitantes separan sus desechos entre 15 y 21 tipos para así poder garantizar que sea reincorporado al ciclo productivo (Banco Mundial, 2023). Esta última es de particular importancia para la experiencia colombiana ya que actualmente se posee un bajo grado de segregación en la fuente, es decir, la mayoría de los hogares colombianos no suelen separar los desechos, al menos líquidos de sólidos, causando que materiales potencialmente reciclables, al estar contaminados, terminen en rellenos donde su valor potencial se pierde (Foro Semana, 2025). 


Es importante comenzar dando pequeños pasos


Si bien Colombia tiene un largo camino por recorrer, eso no significa que el SGRC se tenga que transformar en un corto plazo ni con tecnologías de gran complejidad y presupuesto, como las plantas de incineración, en vista de que aún no se tiene la capacidad para manejar estos. Por ello mismo, desde ahora deben construirse las bases necesarias para poder implementar ese tipo de soluciones más avanzadas en un largo plazo y uno de los caminos podría ser la cooperación internacional. Para construir un sistema de gestión de residuos integral no sólo es necesaria tecnología avanzada sino intercambio de conocimiento, capacitación de expertos locales, atracción de inversión, desarrollo de la capacidad para manejar altos costos de mantenimiento, entre otros.  


Bibliografía 

  • Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) & Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP). (2013). Proyecto de estudio del plan maestro para el manejo integral de residuos sólidos en Bogotá, D.C. – Informe final. Volumen I: Resumen (Kokusai Kogyo Co., Ltd.; EX Research Institute Ltd., consultores). https://openjicareport.jica.go.jp/pdf/12126868.pdf 

  • Banco Mundial (2023). Indonesia learns from Japan’s solid waste management sector. Tokyo Development Learning Center. The World Bank website.  

  • Caballero, A. N. (2021). Análisis de la gestión de residuos sólidos en Colombia (Especialización en Planeación Ambiental y Manejo de Recursos Naturales). Universidad Militar Nueva Granada. https://repository.umng.edu.co/server/api/core/bitstreams/f909739c-a8df-46a5-8d52-d1cc4422aa0f/content 

  • Consejo Nacional de Política Económica y Social [CONPES]. (2007). Política nacional de producción más limpia (Documento CONPES 3478). Departamento Nacional de Planeación. https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Conpes/Econ%C3%B3micos/3478.pdf 

  • Departamento Nacional de Planeación [DNP]. (2023). Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026: Colombia, potencia mundial de la vida. Bogotá, Colombia: DNP. https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Prensa/PND_2022-2026.pdf 

  • Kano, H., & Honda, S. (2013). J-PRISM: A case study of regional mutual learning and discovery towards an effective solid waste management in the Pacific (Chapter 10). En: Tackling global challenges through triangular cooperation (págs. 1–21). Japan International Cooperation Agency. https://openjicareport.jica.go.jp/pdf/12126868.pdf 

  • Moshkal, Madina & Akhapov, Yerlan & Ogihara, Atsushi. (2024). Sustainable Waste Management in Japan: Challenges, Achievements, and Future Prospects: A Review. Sustainability. 16. 7347. 10.3390/su16177347   



 
 
 

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